viernes, 8 de febrero de 2008

Soy Todos: Manuel Altino Perestroiques, el arrepentido del "orgullo"

hola, bueno, no tengo onda para hablar. estoy harto del mundo en este momento. lo que me rodea es un fiasco. odio hablar. como oirán, hablo como un manuscrito chomskiano. pero así me formaron mis padres. desde el inico de mi adolescencia, ellos sabían que tenía un aire militante. también, más profundamente aún, sabían que me gustaban las personas de mi mismo sexo. y lo entendieron. o así lo demostraban. ellos, intelectuales de línea setenta, abogado penal él, y directora de arte del museo trambullo castratis ella. los dos son (ella era, en realidad, porque hace tres meses que se fue a tallar ángeles en las nubes del eterno), lo que se dice, clase media cuasi alta con pretensiones de asilo caro en el futuro de los tiempos, en el que vivirán, según especulan con una fe casi cristina, felices con gente feliz en un mundo feliz, es decir, sin desigualdades. por dios, cuanta bazofia. y la aceptación de mis progenitores hacia mi sexualidad "diferente" (como ellos le decían a mi putañería escrotal) me dejaron hecho así: un marulo soplanucas que quiere hacer de su deseo un acto de militancia. por eso fundé la comunidad de seres que desean ser reconocidos como sí mismos (CSQDSRCSM), que ya es recontraconocida en la maroma de banderías que flamean durante los eventos donde se elije al comprometido del año. este año le dimos el premio a rodolfo fowil, porque es un hombre de bien, y ha escrito cuentos, quizá un poco desactualizados hoy, pero que generan mucho asombro, en cuanto a las ideas que despliega el autor. en estos eventos fashion militoides también aprovecho a desempolvar alguna vieja cuestión que hace al llamado síndrome de desprecio al puto. típico síntomoa de las sociedades de masa reproductivas. por eso odio. porque estoy obligado a tomarme las cosas en serio,. porque mamá (dios la tenga saltando a la soga) siempre dijo "me encanta que seas como sos, por eso tenés que hacer valer tus derechos a sentir así". la cagada es que estoy harto de sentir así. estoy harto de no poder salir maquillado a la calle por temor de encontrarme a un militante del partido obrero (aunque ya me haya fifado a grandes exponenentes de ese grupúsculo). no sé cómo salirme de esto. pero ven, ya estoy pensando en voz alta, y yo quiero pasar desapercibido. pero bueno, a la vez, quisiera sacarme de encima este papel de santo escribano público y empezar a ser más repentista, como el genial alberto olmedo, al que no puedo admirar en público porque los troscas lo acusan de haberle hecho el caldo gordo a los milicos mientras que en los campos de extermino urbanos chamuscaban a los presos por pensar "las gorras son un desastre", y porque no creían que fueran unos monstruos, sino unos idiotas católicos que se rejuntaban en cuarteles para ducharse y verse las pijas envueltas en el vapor de sus mentes de picaneadores. ven!!!, no puedo sacarme la gorra yo tampoco. pero está bueno recordar. que se yo, recordar algo que no viví porque a finales de los setenta yo ni había nacido. bueno. creo que los aburrí, pero yo soy todos y yo soy este también, que joder.

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